El cérvix tiene una característica importante que retrasa el diagnóstico del parto prematuro y es que inicia la dilatación desde la parte interna, lo que hace técnicamente imposible diagnosticarlo en etapas iniciales con un tacto vaginal, gracias a los avances ultrasonograficos en la actualidad existe la posibilidad de la medición de la longitud cervical, lo que nos ayuda a determinar esta dilatación interna.

Lo que observamos en la imagen de la izquierda. es un cérvix sano que mide 37 mm, lo que nos determina un riesgo bajo para parto prematuro. En la imagen de la derecha observamos una longitud cervical por debajo de 27 mm lo que convierte este embarazo en alto riesgo por tener altas probabilidades de presentar parto prematuro en una semana.

Una vez diagnosticado este problema debemos tener en cuenta las semanas de embarazo para ofrecerle a la paciente la mejor opción para disminuir las complicaciones en su bebé.